Filipinas: donde cada isla es un nuevo comienzo
No importa cuántas playas hayas visto en tu vida. Cuando llegas a Filipinas, algo cambia. Es una sensación que tiene más que ver con el agua turquesa, la arena impoluta o las palmeras en ángulo perfecto. Tiene que ver con la libertad.
Filipinas no es solo un país: es un archipiélago de más de 7.000 islas, muchas de ellas aún intactas, esperando a ser descubiertas por quienes están dispuestos a desviarse un poco del camino más recorrido.
¿Buscas las playas más lindas del Sudeste Asiático? Aquí están. Desde El Nido hasta Siargao, pasando por Coron o Camiguin, Filipinas ofrece una belleza cruda, brillante y fotogénica. Es un país pensado para los que viajan con el alma en la cámara.
Y si lo tuyo es escapar de las masas, hay islas donde no verás un solo turista en días. Solo tú, el mar y el tiempo sin reloj.
Tailandia: el equilibrio perfecto entre belleza, variedad y acceso
Tailandia no necesita presentación. Pero aun así, siempre logra sorprender.
Es uno de los países más visitados del Sudeste Asiático, sí. Y no es casualidad. Porque en un solo viaje puedes pasar de un templo dorado en Chiang Rai a una fiesta en la playa, de un masaje en Bangkok a una isla donde el silencio es el sonido predominante.
¿El país más bello del Sudeste Asiático? Muchos dirán que sí, porque no se trata solo de naturaleza, sino de cómo esa belleza se mezcla con la gastronomía, la espiritualidad y la hospitalidad. Todo a precios accesibles y con una infraestructura turística impecable que hace fácil lo que en otros lugares sería una odisea.
Y si crees que por ser famoso está sobrepoblado, te sorprenderás al saber que el sur de Tailandia aún guarda rincones sin multitudes. Islas como Koh Yao Noi, Koh Kood o Koh Lanta ofrecen ese anhelo tan moderno: playas hermosas sin turistas.
Indonesia: donde las islas son infinitas y el asombro también
Hay algo casi mítico en Indonesia. Tal vez sea su escala: más de 17.000 islas repartidas en un mapa que parece no acabar nunca. Pero también hay algo profundamente íntimo en su belleza.
Sí, Bali es el rostro más conocido. Pero Indonesia es mucho más. Es Lombok, con sus playas tranquilas. Es Komodo, con sus dragones y corales fluorescentes. Es Sumatra, Flores, Java… cada isla con su propia identidad, su propia sorpresa.
Si buscas playas exóticas y escenarios fuera del radar, este es tu país. Aquí, cada traslado es una transición de mundo. Y aunque los trayectos sean más largos o los caminos más rústicos, el premio siempre vale la pena.
Y lo mejor: aunque visualmente parece un destino de lujo, los precios están lejos de serlo.
Vietnam: la joya silenciosa del precio-calidad
Vietnam no te grita. Te susurra. Y ese susurro se te queda en el cuerpo. Desde los arrozales de Sapa, que parecen dibujados a mano, hasta los farolillos flotando en Hoi An, este país tiene la capacidad de conmover sin alardes.
Pero hay algo más. Vietnam tiene probablemente la mejor relación precio-calidad del Sudeste Asiático.
Aquí, puedes comer en la calle por el equivalente a un café en Chile, dormir en hostales boutique por $10 USD, tomar un tren panorámico por el precio de un pan de molde y aún sentir que estás invirtiendo bien cada peso.
Y si lo tuyo es la fotografía, Vietnam y Filipinas son los reyes de Instagram sin filtro. Todo es fotogénico: desde la arquitectura colonial hasta un puesto de sopa humeante en una esquina cualquiera.
¿Y las playas secretas? ¿Existen todavía?
La respuesta es un rotundo sí. Solo que no están donde todos llegan.
En Camboya, hay islas que parecen haber detenido el tiempo. Koh Rong Samloem es una de ellas. Sin carreteras, sin ruido. Solo arena blanca, mar cristalino y noches con plancton fosforescente.
En el sur de Tailandia, lejos de Phuket y Krabi, islas como Koh Libong o Koh Phayam aún no han sido invadidas por los algoritmos del turismo.
Y en Filipinas, con un poco de espíritu explorador, puedes encontrar playas desiertas incluso en destinos populares, solo saliendo del camino marcado. Porque a veces, lo secreto no es lo que nadie conoce, sino lo que pocos se detienen a mirar.
¿Qué país tiene mejor infraestructura para moverse sin complicaciones?
Tailandia y Malasia comparten este podio. Son países donde puedes moverte con facilidad, encontrar alojamiento sin sorpresas y tener acceso a internet sin drama. Esto los hace ideales para viajeros primerizos o quienes necesitan trabajar mientras viajan.
Ya sea un tren nocturno, un ferry o un vuelo interno, moverse entre ciudades es barato, eficiente y cómodo.
Un alivio para quienes quieren más viaje y menos logística.
¿Y si solo quiero lugares bellos para fotografiar y recordar?
Hay países que parecen haber nacido para ser fotografiados. Y dos de ellos brillan con fuerza: Filipinas y Vietnam.
En Filipinas, cada amanecer en la playa parece un filtro aplicado por la naturaleza. Y en Vietnam, cada esquina es una postal: las montañas en forma de dragón, los barcos en Ha Long Bay, los mercados flotantes de Can Tho.
Pero lo más importante es que estas fotos no solo se ven bien. Se sienten. Porque no son imágenes de catálogo, sino recuerdos que se toman con los ojos y se guardan en el pecho.
Entonces, ¿por dónde empiezo?
La belleza está en todas partes, sí. Pero si buscas una experiencia que combine playas increíbles, precios justos, buena comida y facilidad de viaje, Tailandia y Vietnam son un excelente punto de partida.
Si quieres ir más lejos, Filipinas e Indonesia ofrecen islas vírgenes, paisajes de otro planeta y una sensación de “estar lejos de todo” que es difícil de encontrar hoy.
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